A continuació us oferim un article d'opinió d'un amic de Tarragona. És el Joan. És un dels molts afectats pel POUM de Tarragona. Com creiem que el tema dels Plans Urbanístics són d'interès general el reproduïm sencer:
DISTÍNGANSE, Y NO SERÁN COMPARADOS
Selectiva es nuestra memoria, aún la de muy corto plazo. Pero no por ser selectiva nos olvidamos de tanto como a veces quiera hacerse creer. Ni tampoco por ser selectiva deja de ser precisamente aliada de la inteligencia, de la inteligencia que sabe y lucha por lo que quiere (en su doble sentido de defender y de amar lo propio). Miércoles 25 de julio de 2007 a partir de las siete de la tarde. Concetración delante del ayuntamiento de Tarragona para manifestar los sentimientos ocasionados por el aberrante e inadmisible POUM (Plan de Ordenación Urbanística Municipal). ¿Qué retengo yo de tal concentración? Muchas impresiones, pero en mi memoria queda seleccionada predominantemente una: ¡"No nos comparen, no nos comparen, por favor no nos comparen!" (con el anterior gobierno municipal), dicho eso por el concejal de urbanismo, y en dos distintas ocasiones. En dos distintas y tensas ocasiones. Una más tensa, si cabe, que la otra. Tensión de los representantes del ayuntamiento allí presentes. Tensión, o transferencia en carne propia, del mal estar, intranquilidad y padecimiento de los allí presentes y afectados por la amenaza de derribo de las viviendas; por la amenaza que supone esa espada de Democles dispuesta a demoler nuestras casas; y que en otras palabras se ha dado en llamar "Plan de Ordenación Urbanística Municipal". "Distínganse, señores, distínganse; distínganse del anterior consistorio, distínganse en veracidad y no serán, o muy mínimante, comparados con la anterior y insultante manera de "representar" a los ciudanos, a los ciudadanos todos. Remarco, ¡¡a todos!! ¿Hay indicios de alguna distinción en este sentido? Sí y según mi parecer valiosos, muy valiosos indicios. Pero atención, por ahora no tienen más que un carácter simbólico y bienintencionado.Lo valioso, he aquí lo valioso: dar la cara y con la cara dar respuestas, pero por ahora són palabras y éstas si no acompañan a realidad alguna no són más que símbolos vacíos de contenido. ¿Cuándo, pues, la real distinción y la veracidad? Cuando dar la cara y dar respuestas se conviertan en un diálogo que configure por ambas partes (afectados y sus representantes municipales) un plan de mejoras para la ciudad y sin perjuicio alguno para sus habitantes. Cuando de verdad tengamos garantias del no derribo de nuestras casas; o, parecido, ni una sóla persona, ni una sola, sea perjudicada en lo más mínimo por cualquier ordenación urbanística que suponga el desorden (la perturbación) de la salud, la tranquilidad, las decisiones, el bienestar y que favorezcan las tensiones interpersonales que fácil es que estallen, tales tensiones, con el paso del tiempo, del tiempo donde tantas cosas quedan para ser recordadas y con el cual este consistorio, si de verdad quiere distinguirse, no debería jugar alargando el plazo de ejecución del POUM con alguna que otra leve modificación.
JOAN M.
DISTÍNGANSE, Y NO SERÁN COMPARADOS
Selectiva es nuestra memoria, aún la de muy corto plazo. Pero no por ser selectiva nos olvidamos de tanto como a veces quiera hacerse creer. Ni tampoco por ser selectiva deja de ser precisamente aliada de la inteligencia, de la inteligencia que sabe y lucha por lo que quiere (en su doble sentido de defender y de amar lo propio). Miércoles 25 de julio de 2007 a partir de las siete de la tarde. Concetración delante del ayuntamiento de Tarragona para manifestar los sentimientos ocasionados por el aberrante e inadmisible POUM (Plan de Ordenación Urbanística Municipal). ¿Qué retengo yo de tal concentración? Muchas impresiones, pero en mi memoria queda seleccionada predominantemente una: ¡"No nos comparen, no nos comparen, por favor no nos comparen!" (con el anterior gobierno municipal), dicho eso por el concejal de urbanismo, y en dos distintas ocasiones. En dos distintas y tensas ocasiones. Una más tensa, si cabe, que la otra. Tensión de los representantes del ayuntamiento allí presentes. Tensión, o transferencia en carne propia, del mal estar, intranquilidad y padecimiento de los allí presentes y afectados por la amenaza de derribo de las viviendas; por la amenaza que supone esa espada de Democles dispuesta a demoler nuestras casas; y que en otras palabras se ha dado en llamar "Plan de Ordenación Urbanística Municipal". "Distínganse, señores, distínganse; distínganse del anterior consistorio, distínganse en veracidad y no serán, o muy mínimante, comparados con la anterior y insultante manera de "representar" a los ciudanos, a los ciudadanos todos. Remarco, ¡¡a todos!! ¿Hay indicios de alguna distinción en este sentido? Sí y según mi parecer valiosos, muy valiosos indicios. Pero atención, por ahora no tienen más que un carácter simbólico y bienintencionado.Lo valioso, he aquí lo valioso: dar la cara y con la cara dar respuestas, pero por ahora són palabras y éstas si no acompañan a realidad alguna no són más que símbolos vacíos de contenido. ¿Cuándo, pues, la real distinción y la veracidad? Cuando dar la cara y dar respuestas se conviertan en un diálogo que configure por ambas partes (afectados y sus representantes municipales) un plan de mejoras para la ciudad y sin perjuicio alguno para sus habitantes. Cuando de verdad tengamos garantias del no derribo de nuestras casas; o, parecido, ni una sóla persona, ni una sola, sea perjudicada en lo más mínimo por cualquier ordenación urbanística que suponga el desorden (la perturbación) de la salud, la tranquilidad, las decisiones, el bienestar y que favorezcan las tensiones interpersonales que fácil es que estallen, tales tensiones, con el paso del tiempo, del tiempo donde tantas cosas quedan para ser recordadas y con el cual este consistorio, si de verdad quiere distinguirse, no debería jugar alargando el plazo de ejecución del POUM con alguna que otra leve modificación.
JOAN M.
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